Cuando creía que había
visto las mejores playas de Palawan, llegue a Port Barton, a unas
cuatro horas al noroeste de Puerto Princesa, quedándome sorprendido
con sus paisajes.
Las primeras tres horas en
bus son tranquilas, nada pesadas, incluso si conoces a algún local
que te da conversación, es hasta agradable. Lo malo viene cuando se
coge el desvío hacia Port Barton.
Una hora de carretera
infernal con baches, piedras, que el autobús debe ir esquivando,
siempre con el peligro de los barrancos que se encuentran en uno de
los extremos de la vía.
Ademas, los
conductores filipinos no se caracterizan precisamente por su lentitud
al volante, así que en mas de un bache, te ves saltando hasta llegar
al techo, siempre con las risas de los niños acostumbrados mucho mas
que tu a ese tipo de caminos.
Nada mas llegar a
Port Barton, se pueden apreciar varios contrastes. Es un poblado con
muy pocas calles y sin asfaltar, una capilla, una escuela y unas
casas muy humildes. A lo largo de la playa, infinidad de ofertas en
alojamiento, desde turismo resort a hostales backpacker.
La gente del pueblo
es lo que me sorprendió mas, y es que aquí no les vi con la
felicidad y sonrisas constantes que caracterizan al filipino. Normal,
cuando una población de 4000 habitantes se ve invadida por decenas
de turistas cada día.
La playa tiene una
arena finísima y el agua cristalina que la rodea, te hace sentir
como en el paraíso. Ademas, las vistas del amanecer desde el hostal,
hace que empieces el día de otra manera, sin duda.
Jeepney de Port Barton a El Nido |
Después de una
noche muy tranquila, cogimos un jeepney temprano para ir hacia El
Nido, a cinco horas mas al norte de donde nos encontramos.
Una vez en alli,
nos disponemos a buscar alojamiento por la calle principal. Me vuelvo
a sentir como en casa, ya que muchos de sus vecinos me iban saludando
a medida que iba avanzando.
Incluso uno de ellos, se acordaba perfectamente que le había prometido volver en seis meses, y así ha sido.
Incluso uno de ellos, se acordaba perfectamente que le había prometido volver en seis meses, y así ha sido.
El Nido |
El pueblo de El Nido,
rodeado de altas montañas lo hace diferente a muchos lugares del
país. Su playa, aunque no es de las mejores debido a una arena sucia, y el agua no demasiado limpia por la gasolina que
desprenden las bangkas, te transmite algo especial.
Playa de El Nido |
Desde ahí, se puede ver
otra playa a lo lejos que parece mas espectacular. Por supuesto,
decidimos ir hacia allá. No nos equivocamos, una mezcla de colores
en la arena y el agua, con unas vistas hacia las islas mas cercanas,
y con poquísimo turismo, la convierte en una playa difícil de
decidir cuando te vas.
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