31 de enero de 2013

Breve paso por la Isla de Panay hasta llegar a la Isla de Negros



Isla de Panay, probablemente sea la isla de Filipinas que menos informacion tenia, es una isla muy grande pero sin grandes atractivos, asi que sabia perfectamentee que la iba a aprovechar unicamente como trampolin para la siguiente, la Isla de Negros.

Como he dicho, sin informacion alguna, me decante por su capital para pasar la unica noche en la isla, Iloilo City.
Asi que desde el puerto de Caticlan (el puerto desde donde un bote me llevo hasta Boracay), cogi un bus de seis horas pasando por pueblos como Toledo, Villarreal, Numancia, Leganes.. hasta llegar a Iloilo, con una poblacion cercana a los 400.000 habitantes y con solamente una referencia de hostal.
En la terminal de autobuses, fui a preguntar a un hombre si conocia el sitio donde me queria hospedar, y acto seguido, muy amablemente hizo parar a un jeepney y me dijo que debia subir ahi.
Ya solo quedaba rezar para que hubiera plaza en el hostal en cuestion, en la gran Avenida General Luna de Iloilo City.


Iloilo City

La ciudad me impresiono desde el primer momento. Al no ser turistica, todo el ambiente que te rodea es diferente a lo que estas acostumbrado a ver, la gente sorprendida por tu presencia, te mira y te sonrie timidamente, siendo quizas los filipinos mas timidos que he conocido hasta ahora. Tal es la timidez que incluso cuando les hablaba con mi pobre tagalo, se miraban entre ellos, se reian y no sabian que contestar. Todos ellos, con una vestimenta impecable, pasean tranquilamente por la ciudad, alrededor de grandes centros comerciales, restaurantes de nivel y tiendas de muebles artesanos de lujo.

Por la calle, todos quieren saber a donde vas para poder guiarte e incluso te recomiendan lugares de interes para visitar, y en los autobuses, discusiones entre ellos para guiarme por el mejor camino posible, algo imposible de ver en nuestras ciudades.

Un paseo cerca de su gran e imponente universidad de San Agustin puede hacerte sentir como una autentica estrella, sobretodo si se coincide con la salida de las clases. Multitud de estudiantes se concentran en la puerta, de repente dejan de hablar, te miran, te rien y acabas escuchando a la mas atrevida soltar un gwapo (guapo en tagalo, facil no?)

Al dia siguiente, me dirigi hacia el puerto para que un ferry me transportase a la capital de la Isla de Negros, Bacolod City, llamada tambien Ciudad de las Sonrisas, algo que pude corroborar nada mas llegar a la ciudad.
El lugar pintaba bien pero no queria quedarme mucho tiempo en una capital, no sabia si ir hacia el norte o hacia el sur, queria playa pero no turistica...en fin, demasiadas ideas en la cabeza que despues de recopilar un poco de informacion pude disipar.



Me decidi por Sipalay, un pequeno pueblo pescador al suroeste de Negros.
Cuando llegue, de noche, la primera impresion que tuve es que parecia un pueblo fantasma, nadie por las calles, edificios a medio hacer, y en general todo muy dejado.
Me acerque a la playa en la que solamente habia tres bares abiertos, y mientras cenaba pude preguntar mas sobre el pueblo.
Es un lugar perfecto para descansar de la multitud que he sufrido en las ultimas playas en las que he estado.
Todos los dias, los pescadores llevan sus trofeos del mar hacia el mercado, una lonja con muchisima vida, en la que no pude resistirme a comprar una pieza exquisita para que un restaurante local me cocinase.

Avenida principal de Sipalay

Playa de Sipalay

Playa salvaje cercana a Sipalay

Dos dias de playa relajado completamente sin el agobio de vendedores, paseos sin fin de un poblado a otro, vueltas por el mercado principal... 





Hoy he llegado a Dumaguete (conocida como Ciudad de la gente amable, aun esta por ver), en el sureste de Negros, una ciudad universitaria y con mucho movimiento.
Muchos turistas vienen aqui para hacer buceo ya que dicen que es de los mejores sitios del mundo para practicarlo.
Me he instalado en Harolds Mansion, un hostal de cinco plantas y donde puedo gozar de wifi, agua caliente, colchon de calidad, television...todo lujo por menos de 10e
Ademas, esta noche, hay una fiesta en la azotea del edificio, asi que esto promete.





28 de enero de 2013

Boracay....la Ibiza filipina?




Conoceis el dicho: "Donde vas Vicente, al ruido de la gente" ? Pues asi me siento yo. Desde que llegue la primera vez a Filipinas, todo el mundo me decia que tenia que ir a Boracay.
Queria evitar a toda costa venir aqui, ya que sabia perfectamente lo que me iba a encontrar, pero al final he cedido y he venido a pasar el fin de semana a la White Beach, considerada una de las mejores playas del mundo, habiendo estado incluso, en el primer puesto en 2010.

Para llegar aqui ha sido una autentica odisea. Primero, jeepney de Puerto Galera a Calapan, ahi empalme con una furgoneta que despues de tres horas me dejo en el puerto de Roxas City, al sur de Mindoro.
La espera en el muelle fue de dos horas, hasta que cogi un barco durante cuatro horas hasta el mini puerto de Caticlan, en la isla de Panay. Una vez alli, un bote acerca a los turistas a Boracay. Finalmente, un triciclo me acerco al hostal.
Doce horas viajando nada cansadas si te lo tomas con filosofia, mas que nada, porque tiempo es lo que me sobra.

Y que hay en Boracay? Numerosos turistas coreanos, japoneses y algunos filipinos adinerados se concentran en la playa haciendo actividades como gimnasia, masajes, snorkeling, paseos en barca, o simplemente sentados en una hamaca tomando cocktails.
Esta lleno de lujosos resorts con sus enormes piscinas, luces y fuentes gigantes, spas, restaurantes de "Eat all you can", bares con happy hour de cinco horas donde la cancion del "Gagnam Style" suena alla donde vayas.




Por supuesto, mi presupuesto no da para meterme en un resort, asi que he buscado una habitacion compartida en una especie de cabanas donde mi unico lujo es despertarme y ver el mar, teniendo la playa a cincuenta metros.





Todo el dia descansando en la playa sin hacer nada, paseos a lo largo de sus cinco kilometros mientras te ofrecen tours de todo tipo a precios de escandalo.
De repente eres sorprendido por una avalancha de fotografos que corren hacia un extremo de la playa, es una boda. Muchos filipinos o coreanos vienen aqui a casarse, con una breve ceremonia en la arena...sin duda el sueno de muchos.



Por las noches,  todos los bares ofrecen grupos en directo y espectaculos de fuego en la misma orilla del mar con cantidad de gente de nacionalidades diferentes en la arena disfrutando de la noche hasta el amanecer.




Y como Filipinas es un pais de contrastes, aqui en Boracay no podia ser menos, ya que solamente hace falta alejarte unos quince minutos caminando de la zona turistica, para encontrarte con una extrema pobreza.
Gente durmiendo en la calle, chabolas...en general, gente malviviendo.
Me he querido perder un rato por ese tipo de calles y caminos nada turisticos de la isla, cosa que no creo que muchos de los que estan aqui, sepan que existe.
Es mas, en todos los foros y blogs que he leido sobre Boracay, nadie lo menciona, asi que soy de los pocos que escribimos sobre ello.

En mi opinion, si no vienes de vacaciones con un presupuesto alto, sabiendo que los precios estan inflados respecto a otras islas, no vengas.
Filipinas es muy grande y hay infinidad de sitios mejores que este, pero...depende claro, de lo que estes buscando.

Boracay...paraiso para algunos, lugar a evitar para otros.

Hoy lunes, sigo con mi ruta hacia el sur y espero llegar de noche a la ciudad de Kalibo, en la isla de Panay.






24 de enero de 2013

Mindoro por carretera


Estos dias en la White Beach de Mindoro estoy teniendo tiempo para todo.
He vuelto a practicar deporte, que realmente ya lo iba necesitando. He corrido playa arriba playa abajo, he jugado a volleyball con ingleses bebidos mas de la cuenta y he jugado a baloncesto con filipinos en una cancha que jamas pense que jugaria, en una especie de barrio muy humilde de Puerto Galera, donde la unica ocupacion de las familias es ver como juega su hermano, padre o hijo...
Cada jugador debe poner 50 pesos para poder jugar, y el equipo vencedor se reparte el dinero ganado.
Como les gusta apostar...hasta apuestan jugando al billar!

Al principio, al entrar a la cancha, me sentia observado y pense incluso que no seria aceptado, al fin y al cabo, estaba entrando en su territorio. De repente escuche "Alvaro Alvaro". A uno de ellos le habia conocido por la manana en la playa asi que en seguida nos presentamos y me invitaron a jugar.
Como se nota que es el deporte rey en Filipinas, son unos cracks.

Me he vuelto a encontrar con Kadin, el americano con el que me fui unos dias por el norte. Esta manana nos hemos alquilado un par de motos y hemos ido a recorrer la isla.

Primero hemos llegado a las Tamaraw Falls, unas cascadas al pie de las montanas y que se pueden ver desde la carretera principal, asi que es visita obligada, ya que hay que pasar por ahi si o si.
Sus aguas frescas y limpias desembocan en dos grandes piscinas en el que uno se puede refrescar para hacer frente al tremendo calor que hacia.
Seguimos nuestra ruta hacia el medio este de la isla. hasta llegar a San Teodoro, un pequeno pueblo pescador en el que se puede gozar de unas vistas increibles de parte de la bahia de Mindoro.



Todo estaba yendo sobre ruedas, y nunca mejor dicho, hasta que he tenido un pinchazo en el neumatico trasero de mi moto.
Rapidamente, dos locales se han acercado para interesarse, me han acompanado hasta un mecanico, y una vez alli se han marchado contentos de haber podido ayudar.
Un taller lleno de gallinas y ninos jugando con las herramientas, algo muy diferente a lo que estoy acostumbrado, sin duda.
El mecanico no sabia mucho ingles y mas o menos nos entendiamos, le he dejado hacer, y por un precio irrisorio me ha reparado el pinchazo en un momento.



Ya con la moto reparada, hemos continuado hacia el sureste de la isla, hasta llegar a una bifurcacion entre la carretera principal y un caminito de tierra que nos inspiraba confianza, y seguro que aventura asegurada.

Hemos atravesado campos de arroz y poblados muy pequenos, en los que ademas coincidia con la salida de la escuela de los ninos. Todos nos saludaban y nos querian dar la mano, los padres, sorprendidos por nuestra presencia, hacian un amago de saludo pero mas timidamente.
Caminos con inmensas palmeras y vacas y otros animales a esquivar, hasta que hemos llegado a un rio perfecto para refrescarnos un poco.








Debiamos volver ya hacia Puerto Galera, el hambre acechaba y el sol abrasante nos estaba deshidratando.
Y volviendo, algo increible...vuelvo a pinchar la rueda trasera, esta vez fue una piedra. Por suerte estaba en un pueblo, y otra vez muy rapidamente se acercaron dos conductores de triciclo.
El mecanico mas cercano estaba a un kilometro, asi que habia varias posibilidades. Una de ellas era ir caminando con la moto, la otra era quitar la rueda, llevarla al mecanico y una vez reparada volver a la moto y ponerla de nuevo.
De pronto salio el mas listo de la clase, el conductor que me ofrecio meter la moto atada con mil cuerdas en su triciclo, ademas, como no, por un modico precio por el detalle de la idea y del transporte.

Muy divertido todo la verdad, esto solo puede pasar en estos lugares. Lo mejor era verles discutir entre ellos a ver quien era el que tenia la mejor idea.

Manana dejo Puerto Galera, quiero llegar al sur de la isla, una ciudad llamada Roxas City, y de ahi, coger otro barco para la siguiente isla!!

Hasta la proxima!!!

22 de enero de 2013

Mindoro Island. White Beach, Puerto Galera

White Beach

Isla de Mindoro, su nombre deriva de Mina de Oro, yo entenderia el nombre en la actualidad, pero en la  epoca colonizadora no se que la vieron para llamarla asi. Los galeones espanoles atracaban en Puerto Galera para refugiarse de lluvias y tifones, dando asi su nombre a la capital. Zonas montanosas para hacer senderismo y a la vez poder gozar de fantasticas playas la hace una de las mas populares del pais.
Ademas, un total de 3 horas de viaje desde Manila, hace que muchos filipinos escojan este destino para pasar unos dias en la playa.

Sali temprano del hostal de Manila para dirigirme a la estacion Buendia. Queria coger un autobus a las 8am para que me llevase a Batangas, a 2 horas hacia el sur de la capital.
Una vez alli, en el puerto, compre un billete para que una barca me acercase a Puerto Galera.

El trayecto por mar es de una hora y no se hace nada pesado, se llega al diminuto puerto de Puerto Galera y alli separan a los turistas segun el lugar donde quieren ir; White Beach o Sabang.
Yo tenia muy claro que mi destino iba a ser White Beach, a seis kilometros al oeste de la capital, asi que cogi una furgoneta y me llevo hasta la playa.

Una playa que lo de "White" se lo han sacado de la manga, supongo que para emular el nombre de la famosa White Beach de Boracay (una de las mejores del mundo), y asi atraer al turista.
Es un lugar lleno de restaurantes y bares a pie de playa y la oferta para practicar buceo, snorkel, o darse un masaje, es inmensa.



La verdad es que al llegar me asuste un poco, ya que todo eran hoteles resort fuera de mi alcance, pero despues de caminar un rato y preguntar, me he instalado en Blue Marlyns, un hostal economico y una habitacion para mi solo!
Calle de mi hostal a la playa

Nada mas dejar mis cosas, me fui a comer a un chiringuito y me pegue el primer chapuzon del año, increible a 21 de enero. Dos horas tomando el sol y de vuelta al hostal para prepararme para la noche.
Durante la cena, una pareja de veterinarios filipinos que habian venido a la isla a tratar a unos monos de una granja, me invitaron a sentarme con ellos. Una conversacion muy interesante que hizo que la sobremesa se extendiera mas de la cuenta.
Mas tarde, nos fuimos a tomar algo justo delante de la orilla del mar. Aqui, la bebida tipica es la Mindoro Sling, una mezcla de zumo de frutas con ron y vodka. Te lo sirven en jarras de litro y se bebe a chupitazo limpio.
La noche se iba animando y la conversacion paso de ser seria a reirnos por todo lo que veiamos.
Cada noche hay espectaculos de fuego en la arena y un monton de lady boys pasan alrededor de las mesas cantando y bailando. Realmente increible, algo que esta claro, esta hecho para el turismo y no me gusta nada, pero a veces hay que olvidarse de lo prejuicios y disfrutar sin mas.
Salamat po Melissa y Edward.



Hoy por la manana, a pesar de haber trasnochado, he querido levantarme temprano para ir a alquilar una moto e ir a conocer un poco mas a fondo la isla.
He llegado a una playa muy bonita despues de atravesar un poblado y un bosque. Una cala que la tenia toda para mi y he podido disfrutar de los primeros rayos de sol del dia, y como no de un buen bano en el calmado mar sin ola alguna.

Mas tarde he decidido dejarme llevar y he empezado a hacer kilometros y kilometros hasta que he visto un cartel que ponia Coco Beach, asi que lo he seguido. Un camino impracticable debido a unas lluvias de ayer por la noche, me ha obligado a dejar la moto en un pueblo y seguir a pie.
Despues de un camino en el que habia mas barro que el que jamas habia visto, ha llegado el momento de tener que atravesar una selva pasando por cuatro poblados en medio de la nada.
Unos ninos me han empezado a seguir y me han acompanado un buen trozo de mi camino, hasta que uno de los padres ha gritado a uno de ellos para que volvieran al poblado.




Despues de media hora caminando entre cabras, patos, vacas...he llegado a la Coco Beach...y que era la Coco Beach? pues un resort lleno de turistas japoneses y americanos!
Con mi cara de poker encima, he decidido que despues de todo el trayecto que habia hecho tenia que aprovecharlo de alguna manera, asi que me he ido a un rincon de la playa y me he puesto a tomar el sol.
Al cabo de un rato y con todas las miradas de los trabajadores puestas en mi, he decidido marcharme, no sin antes darme un chapuzon en la impresionante piscina que tenian esos privilegiados.

Me imagino que a estos turistas les traeran en barca hasta la playa, no me creo que accedan por el camino que me he marcado.
En fin... que de momento Mindoro me gusta, seguire por aqui unos cuantos dias mas.

19 de enero de 2013

Ruta por el norte de Luzon. 2a parte

Salimos de Sagada muy temprano para coger un jeepney e ir a Bontoc, debiamos estar alli a las 9am para que una furgoneta nos llevase a Banaue.
En Bontoc tuvimos que esperar un poco, ya que si la furgoneta no se llena de pasajeros, no sale.



En el camino hacia Banaue ya pude ver que cada vez me estaba adentrando mas en las montañas, unos paisajes preciosos, pudiendo ver incluso las primeras terrazas de arroz.
Despues de una hora de viaje, llegamos a Banaue, un pueblecito que podriamos decir que es la cuna de las terrazas. Los locales lo saben y lo aprovechan al maximo, ya que se convierten en unos vendedores compulsivos de tours, hoteles y restaurantes, algo que cansa bastante pero si les contestas bien y con decision a la primera, te dejan en paz.

Vistas desde el hostal de Sagada

En Banaue nos alojamos en un hostal con unas vistas espectaculares a las montanas y a un rio. Estabamos impacientes por la siguiente aventura, asi que dejamos nuestras cosas y nos fuimos a inspeccionar los aledanos.
Nos metimos por unos senderos los cuales iban a parar a unos poblados de unas tres o cuatro casas hechas de madera y paja. Todos nos saludaban y nos sonreian, gente que vive de la artesania haciendo unas figuras de madera preciosas.
Una mujer me explico que ganaba 150php diarios (menos de 3e) por trabajar 12 horas, realmente increible, ademas, claro, de tener que cuidar de sus tres hijos.
Me encanto poder estar observando durante un rato su dia a dia. Como lavan, que comen, incluso me dejaron ver donde dormian, algo que nunca olvidare.



Al dia siguiente teniamos que llegar a Batad en jeepney, el poblado que se encuentra metido en las montañas y donde se puede gozar de la septima maravilla del mundo.
Durante el camino tenia algo de miedo a que me decepcionara, por tantas expectativas que habia creado en mi cabeza.
Despues de caminar durante una hora desde donde nos habia dejado el jeepney, llegamos al poblado.

Puedo decir que no me defraudo para nada. No podia creer que estuviera alli. Tenia ante mi un autentico anfiteatro de terrazas de arroz, un paisaje que te deja sin palabras.
Pude ver como trabajan las tierras, aprendi muchas cosas, una de ellas es que las terrazas mas bajas son de los mas adinerados de la zona y las mas altas de los menos afortunados.
No todo el poblado se puede permitir tener una tierra, por lo que tienen que trabajar la tierra de otros, ganando lo minimo para alimentar a sus familias.



Unos cuantos que nos encontrabamos alli, decidimos hacer un trekking hasta una cascada, un trekking durisimo pasando por estrechos caminos en medio de la selva.
Algunos tramos hay que ir con especial cuidado, ya que se pasa por unos barrancos de infarto.
Un trekking de cuatro horas que te deja las piernas destrozadas, pero que vale la pena cuando llegas a la gran cascada.



Acabe el dia hablando con un japones y una coreana, aprendiendo algo de sus idiomas, mientras seguiamos observando ese paisaje del que estabamos gozando.

Ya el ultimo dia, me despierto en Batad, me pego una ducha en medio del campo, con las gallinas acercandose en todo momento, desayuno y me pongo la mochila a la espalda para el camino de vuelta.
Muy duro...ese camino no lo olvidare jamas. once kilos a cuestas, por la selva, todo subida, y cuando crees que despues de una hora caminando, ya has llegado donde te tiene que pasar a recoger el jeepney, te encuentras que aun faltan por subir 412 escalones estrechos y en malas condiciones (un cartel certificaba la cantidad).

Ahora escribo desde Manila de nuevo, un autobus me ha traido de vuelta a la capital despues de diez horas. Solo quiero descansar, estos cinco dias han sido muy intensos para mi mente y piernas.
Pero algo he aprendido, y es que la palabra "Superacion" debo dejarla marcada en mi frente por el resto de mi viaje.
Y es que en algunos momentos estuve a punto de abandonar...caminos infinitos, piernas cansadas, quizas demasiados kilos en mi espalda...
Pero cuando creas que no puedes hacer algo, solamente hazlo... Ahora me siento satisfecho y feliz de haber conseguido todo lo que me habia propuesto.



Otra de las cosas que he aprendido en estas casi dos semanas que llevo viajando, es que aqui debo tener los cinco sentidos al cien por cien desde que me levanto hasta que me acuesto.
En todo momento tienes que estar pendiente de donde pisas, que tocas, que comes, quien te mira mas de la cuenta, quien te quiere enganar... y eso me encanta.

Estoy cada vez mas contento y orgulloso de la decision que tome en su dia...


15 de enero de 2013

Ruta por el norte de Luzon. 1a parte

Todo empieza cuando yo, un chico con ganas de aventura conoce a Kadin, un americano de Portland. El, que tambien tiene ganas de algo similar a lo que yo estoy buscando, decidimos irnos hacia las montañas del norte de Filipinas con mi amigo Karlo, de Makati.

Kadin, Karlo y yo en Sagada

La aventura empieza en Quezon City (antigua capital del pais), cogemos un bus que nos tiene que llevar hacia Baguio City, una pequeña ciudad a ocho horas de Manila. Llegamos muy tarde, como a las doce de la noche, buscamos hostal para descansar y ya por la mañana iriamos a dar una vuelta e inspeccionar la zona.
En realidad, en Baguio, no hay mucho que visitar, pero puedes perderte por su infinidad de callejuelas, en las  cuales se puede ver que es una ciudad rica en alimentos frescos, carne y verduras especialmente. Su gran mercado habla por si solo, cantidad de puestos donde se puede conseguir gran variedad de frutas, verduras... a un precio muy barato comparado con la capital.

Estacion de Baguio City

Es el destino favorito de los manileños para huir de la contaminacion y el caos con el que viven cada dia. Su clima fresco y sus montanas cubiertas de pinos atraen facilmente al turista.
Podemos comprobar, nada mas llegar, que estamos rodeados de altas colinas y la temperatura ha descendido diez grados, algo impensable sabiendo que estamos en un pais con clima tropical todo el ano.
Hacemos tiempo para coger otro autobus que nos llevara a Sagada, una pequena localidad a seis horas mas al norte de donde nos encontramos.

Una vez en Sagada y con una temperatura aun mas baja que en Baguio, unos catorce grados, nos decantamos por un hostal limpio, nuevo y acogedor, y lo mejor de todo, estamos en medio de un bosque. Unas vistas increibles que me hacen recordar a mi querida Asturias.

Llegando a Sagada

Nos fuimos a dormir sabiendo que el dia siguiente no lo olvidariamos jamas. Nos esperaba una excursion realmente alucinante.
En cuanto nos levantamos por la mañana, tomamos un desayuno consistente y fuimos a contratar un guia para que nos llevase a las cuevas mas importantes de la zona, las cuevas Sumaguing.

Sagada


Nos adentramos emocionados, viendo que cada vez se iba haciendo mas oscuro, el guia llevaba una lampara y de vez en cuando podiamos ver donde pisabamos.
En muchos tramos tienes que hacer las mil y una para que tu cuerpo pueda pasar, unas rocas estrechas e impracticables en las que debes andar con mucho ojo de no quedar atrapado.

Con Kadin dentro de la cueva


A medida que vas aventurandote, las rocas se vuelven resbaladizas e inseguras, por lo que en algunos momentos, debemos hacer uso de cuerdas para descender por las lisas paredes.
Tres horas y media en las que tienes que usar todas tus habilidades, con una maxima tension para procurar no hacer ningun fallo.
Un largo rio subterraneo lleno de muercielagos alrededor de sus paredes, indica la mitad del camino. A partir de ahi, parece que lo mas complicado ya ha pasado, aunque no se puede bajar la guardia en ningun momento.
Una experiencia increible y emocionante que nunca podre olvidar. Tenia muchas ganas de sentir algo asi.



Ya por la tarde, despues de un manjar exquisito pudiendo contemplar unas vistas preciosas del valle en el que nos encontramos, decidimos hacer un pequeño trekking por el bosque, por si no habiamos tenido suficiente con la excursion de la mañana.
En este bosque se puede ver una de las extrañas tradicions de este pueblo. Decenas de sarcofagos de madera cubren una pared altisima de la montana.
Son los ataudes colgantes de Sagada. Los habitantes prefieren ser enterrados expuestos al sol, el viento y la lluvia.

Ataudes colgantes de Sagada

Lo mejor del final del dia de hoy, es saber que mañana podre ver las terrazas de arroz, algo con lo que llevo pensando desde hace mucho tiempo.