Kadin, Karlo y yo en Sagada |
La aventura empieza en Quezon City (antigua capital del pais), cogemos un bus que nos tiene que llevar hacia Baguio City, una pequeña ciudad a ocho horas de Manila. Llegamos muy tarde, como a las doce de la noche, buscamos hostal para descansar y ya por la mañana iriamos a dar una vuelta e inspeccionar la zona.
En realidad, en Baguio, no hay mucho que visitar, pero puedes perderte por su infinidad de callejuelas, en las cuales se puede ver que es una ciudad rica en alimentos frescos, carne y verduras especialmente. Su gran mercado habla por si solo, cantidad de puestos donde se puede conseguir gran variedad de frutas, verduras... a un precio muy barato comparado con la capital.
Estacion de Baguio City |
Es el destino favorito de los manileños para huir de la contaminacion y el caos con el que viven cada dia. Su clima fresco y sus montanas cubiertas de pinos atraen facilmente al turista.
Podemos comprobar, nada mas llegar, que estamos rodeados de altas colinas y la temperatura ha descendido diez grados, algo impensable sabiendo que estamos en un pais con clima tropical todo el ano.
Hacemos tiempo para coger otro autobus que nos llevara a Sagada, una pequena localidad a seis horas mas al norte de donde nos encontramos.
Una vez en Sagada y con una temperatura aun mas baja que en Baguio, unos catorce grados, nos decantamos por un hostal limpio, nuevo y acogedor, y lo mejor de todo, estamos en medio de un bosque. Unas vistas increibles que me hacen recordar a mi querida Asturias.
Llegando a Sagada |
Nos fuimos a dormir sabiendo que el dia siguiente no lo olvidariamos jamas. Nos esperaba una excursion realmente alucinante.
En cuanto nos levantamos por la mañana, tomamos un desayuno consistente y fuimos a contratar un guia para que nos llevase a las cuevas mas importantes de la zona, las cuevas Sumaguing.
Sagada |
Nos adentramos emocionados, viendo que cada vez se iba haciendo mas oscuro, el guia llevaba una lampara y de vez en cuando podiamos ver donde pisabamos.
En muchos tramos tienes que hacer las mil y una para que tu cuerpo pueda pasar, unas rocas estrechas e impracticables en las que debes andar con mucho ojo de no quedar atrapado.
Con Kadin dentro de la cueva |
A medida que vas aventurandote, las rocas se vuelven resbaladizas e inseguras, por lo que en algunos momentos, debemos hacer uso de cuerdas para descender por las lisas paredes.
Un largo rio subterraneo lleno de muercielagos alrededor de sus paredes, indica la mitad del camino. A partir de ahi, parece que lo mas complicado ya ha pasado, aunque no se puede bajar la guardia en ningun momento.
Una experiencia increible y emocionante que nunca podre olvidar. Tenia muchas ganas de sentir algo asi.
Ya por la tarde, despues de un manjar exquisito pudiendo contemplar unas vistas preciosas del valle en el que nos encontramos, decidimos hacer un pequeño trekking por el bosque, por si no habiamos tenido suficiente con la excursion de la mañana.
En este bosque se puede ver una de las extrañas tradicions de este pueblo. Decenas de sarcofagos de madera cubren una pared altisima de la montana.
Son los ataudes colgantes de Sagada. Los habitantes prefieren ser enterrados expuestos al sol, el viento y la lluvia.
Ataudes colgantes de Sagada |
Lo mejor del final del dia de hoy, es saber que mañana podre ver las terrazas de arroz, algo con lo que llevo pensando desde hace mucho tiempo.
Este pueblo de Sagada tiene muy buena pinta! Muy curioso lo de los ataudes.
ResponderEliminarSigue disfrutando cantiro!
he pasado por aquí y me he muerto de... envidia! Jaja! Te iré siguiendo primo! Muchos besos!
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