Y de repente estaba en Cebu City, con una poblacion cercana al millon de personas, siendo asi la segunda ciudad mas grande de Filipinas.
Despues de Manila, Cebu es el centro economico mas importante del pais y en los ultimos tiempos, se ha convertido en el lugar perfecto para inversiones extranjeras y de los propios filipinos, ya que alberga un gran puerto, un aeropuerto internacional y atractivas playas alrededor de la isla.
Despues de volver a sufrir un caos circulatorio parecido pero nunca comparable al de Manila, con un calor sofocante, paseando por sus calles, llenas de vendedores ambulantes y edificios deteriorados, me reencontre con mi gran amigo Albert.
El lleva viajando cinco meses por todo el sureste asiatico, pero le faltaba Filipinas, asi que quiso venir a conocer el pais con un experto en la materia como yo.
Yo, que aun no he estado en otros paises asiaticos, no puedo comparar, pero el, lo primero que me dijo es que a parte de ser un pais de contrastes, tiene algo que engancha nada mas llegar, asi que entendio rapidamente el porque de mi obsesion por este lugar y por su gente.
Lo que es en la ciudad de Cebu, se pueden encontrar varios lugares de interes para visitar, pero al igual que Manila, con dos noches es suficiente.
Cebu City se divide en dos partes: Downtown y Uptown.
El Uptown es la zona donde se encuentran concesionarios de coches, los mejores bancos, lujosos restaurantes y grandes centros comerciales, viendo en estos a los ya usuales expatriados sentados en la terraza de un bar con su filipina de turno, o los adinerados de la ciudad comprando en tiendas caras o comiendo en restaurantes con comida de todo el mundo.
Evidentemente, como eso no es lo que estamos buscando, preferimos ir a recorrer el casco viejo de la ciudad, el Downtown.
Nos metimos en un jeepney que nos deja en plena calle Colon, la mas popular de Cebu.
Una calle llena de vendedores sentados en las aceras, pudiendo encontrar lo que uno no se imagina. Desde un producto para limpiar la piel, a licores y comida de todo tipo.
Bajo un sol abrasador, vemos que nos vamos acercando a la Basilica del Santo Niño (para nosotros, el
Niño Jesus). Es facil saberlo, ya que cantidad de vendedoras de velas hechas a mano, se mueven por los alrededores y te van indicando el camino con su presencia.
Las iglesias en este pais nunca dejan de sorprenderte, decenas de personas rezando en los bancos, jovenes tocando el cuerpo de la figura de Jesus mientras susurran unas palabras. Todo esto bajo una estructura que delata claramente su pasado español.
Saliendo de la iglesia, se puede ver la gran Cruz de Magallanes, Una cruz que fue colocada por portugueses y españoles comandados por Fernando Magallanes cuando llegaron a Filipinas, en 1521.
Unas pinturas en lo alto del quiosco donde se encuentra la cruz, recrea la escena del momento en el que fue plantada. Sin duda, lo mas turistico y llamativo de la ciudad.
Mas tarde, decidimos ir direccion a la bahia, alli encontramos a unos cuantos pescadores no muy contentos con su dia de trabajo, pero nunca perdiendo su sonrisa filipina.
Siguiendo unos metros, se llega al Carbon Market, un mercado con todo tipo de carne, verduras, pescado y fruta.
Perderse por sus laberintos durante horas y pasando la tarde intercambiando saludos y miradas con la gente local, es algo increible para tus sentidos.
Su contraste de olores y de actividades hace que no te deje indiferente.
Al dia siguiente, habia que huir de la gran ciudad, debiamos decidirnos por uno de sus tres destinos mas frecuentes, Malapascua al norte, Moalboal al oeste o Oslob, situado al sureste de la isla.
Finalmente, decidimos ir a Oslob, que aunque no sale en las guias, es un destino famoso por la posibilidad de nadar entre tiburones ballena, en la playa de Tan-Awan.
Nos decantamos por quedarnos en la poblacion, no en la zona turistica, asi tendriamos la suerte de conocer a la gente local.
Oslob tiene una pequeña playa para los pescadores, donde aun te pueden dejar un hueco para que la disfrutes. Siempre con la atenta mirada de las personas que la regentan, ya que ademas, para llegar alli, se tiene que atravesar una casa particular.
El pueblo tiene un gran parque verde a modo de paseo maritimo, donde se concentran todos los jovenes para hablar, beber algo y ver las estrellas.
Acabamos la noche viendo un partido de baloncesto en la cancha del pueblo, nos invitan a jugar pero al no llevar el calzado adecuado, tuvimos que rechazar la oferta.
Iglesia de Oslob |
Antiguo Cuartel de Oslob |
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