Pasé tres noches en Lijiang, también conocida como la Venecia del Este. Un pueblo precioso, con canales atravesando sus calles empedradas y estrechas.
Un lugar con mucho turismo chino, lleno de tiendas vendiendo todo tipo de pulseras, tambores, ropa, además de una oferta inmensa en restaurantes con comida local y hostales (tiene más de 700).
En Lijiang nunca te sentirás solo, ya que te puedes perder por su infinidad de callejones y siempre estarás rodeado de turistas haciéndose fotos, siendo imposible hacerte una tú solo.
Los aledaños de Lijiang son muy interesantes, un pueblo llamado Baisha, situado a 20km, es un ejemplo.
Un pueblo autentiquísimo en el que afortunadamente aún no ha sido explotado. Con sus calles y casas antiguas te hace retroceder en el tiempo setenta años atrás.
Solamente tiene una plaza principal con vendedoras de fruta y verdura alrededor de ella. Es ahí donde me encontraba sentado tranquilamente observando la vida de ese lugar, cuando una señora de ochenta y largos se me acercó a ofrecerme algo.
Con gestos, pude entender que quería invitarme a su casa a comer y a beber té.
La acompañe sin saber muy bien que quería exactamente, adentrándome en las calles más deterioradas del pueblo.
Esta señora, llamada Liu, tiene un hostal en su propia casa. Cada día recorre el pueblo en busca de turistas y llevarles hasta ella.
En cuanto entré, me hizo sentar en un banco de madera a punto de partirse y me trajo unos aperitivos riquísimos.
Acto seguido y sin darme cuenta, Liu ya estaba cocinando algo que olía de maravilla.
¡Qué señora más atenta! No dejó que me faltase de nada. Cuando veía mi plato o mi vaso vacío me lo llenaba hasta el final, me regaló un licor casero y una bolsa de aperitivos.
Me despedí con mucha pena de la Señora Liu, una persona que transmitía una energía, vitalidad y felicidad nada más mirarla a sus ojos.
Al cabo de tres días me puse en marcha para hacer un trekking. Se trataba de ir a La Garganta del Salto del Tigre, unos desfiladeros rodeados de unas montañas de 5.560m de altura.
El trekking se puede hacer en dos días, el primer tramo es de siete horas caminando por bosques, caminos rocosos y estrechos en los que de repente eres sorprendido por tres burros, teniéndote que apartar para dejarles pasar.
El camino pasa por unos barrancos de infarto, donde si miras hacia abajo se ve el río cada vez más pequeño, y si miras hacia arriba, las altas montañas con sus picos nevados.
Hago parada en un hostal metido en el valle y con unas vistas que quitan el hipo, para pasar la noche, reponer fuerzas y al día siguiente continuar la aventura.
Allí coincido con un israelí, un francés, un chileno y una venezolana con los que ceno y acabo jugando a un juego de cartas chino muy parecido al poker.
Al día siguiente nos pusimos en marcha todo el grupo, y aunque parecia que iba a ser menos duro, acabaron siendo seis agotadoras horas.
La excursión terminó por unos caminos con rocas escarpadas, pudiendo ver unos rápidos en el río y una gran cascada.
El siguiente destino era Shangri-la un pueblo a 3.200m de altura y rodeado de montañas nevadas.
Estoy tocando con El Tibet y me están entrando unas ganas y una curiosidad por visitarlo tremendas, pero el problema está en los permisos. Es muy complicado acceder a la zona, a parte de lo caro que es. La frontera la abren y la cierran y no te garantizan que después de haber pagado el permiso, puedas entrar.
Así que por ahora, toca relajarse en este pueblo de 100.000 habitantes, donde si te paras estás perdido, ya que el frío te pega de una manera como hacía tiempo que no lo sentía.
Sigo con el grupo internacional, y en cuanto llegamos, otro grupo de estudiantes chinos nos asaltó para preguntarnos sobre nosotros.
Quisieron ayudarnos a buscar alojamiento, consiguiendo precios de local, cenamos como si de la última cena se tratase por menos de tres euros, nos llevaron a comprar la ropa de abrigo que necesitábamos, consiguiendo también buenos descuentos.
En definitiva, que nos quieren hacer sentir como en nuestra casa, ayudándonos en todo momento.
Una buen comienzo en Shangri-la donde creo que voy a pasar unos cuantos días descansando.
Hola Alvaro, un gusto tocayo. Tu blog me parece muy interesante ya que estamos haciendo el viaje contrario al tuyo.. empezamos en Beijing y recorrimos todo el oeste y el este. Ahora en hong kong, haciendo tiempo para viajar a Filipinas en 5 días.
ResponderEliminarSi necesitas algunos datos para viajar por China, solo envianos un correo o puedes ver nuestras notas en www.klandovadeviaje.com.ar
De todas maneras quisiera pedirte alguans recomendaciones para Filipinas y algunos consejos para viajar por allí. Precios, cuidados, lugares recomendados, hostels, algunos contactos q puedas pasarnos, en fin, tu sabes, cualquier cosa que pueda facilitar algunas trampas que tiene este pais y ademas, ahorrar tiempo y dinero. Mas que nada dinero.
Un abrazo y seguimos en contacto!